El Milán jugó como lo hacen los grandes, con una velocidad de partido suave pero con una constancia asombrosa, supo leer el partido en todo momento y se encontró con un Manu totalmente desaliñado. Los rossoneros sabián que los zagueros del Manchester no tienen experiencia en partidos de este calibre y lo supieron aprovechar al máximo. Un Van Der Sar agobiado desde el primer minuto sólo pudo gritar a su desastrosa defensa, y Kaká, demostró quien es el mejor jugador del mundo en estos momentos y bailó con el balón hasta “amilanar” al equipo inglés.
El Manchester United decepcionó, una defensa ridícula y un ataque sin claridad y decisión fueron los puntos debiles de un equipo que aspiraba a más. Sinceramente, una pena que este Manu no alla llegado más lejos. Estaba realizando el mejor fútbol del mundo, tanto en su pais como en Europa (sólo recordar el 7-1 a la Roma) y se creía claro favorito para levantar la orejona. Pero Sir Alex Ferguson no supo dar la solidez necesaria para estos encuentros como lo supo hacer Anchelotti.
Este cruce de semifinales nos brindó la oportunidad de comparar y enfrentar a las actuales joyas del fútbol mundial, Kaká y Cristiano Ronaldo. A este último parece que le vinó muy pronto la oportunidad, y no supo llevar las riendas de su equipo y aparecer en unas semifinales de Champions, como lo hacen los grandes, no dio una, perdió muchos balones e intento realizar jugadas individuales para la galería cuando el partido necesitaba juego de equipo... trendemos que esperar. Creo que esto es lo que diferencia a Cristiano y a Kaká. Cristiano juega de forma más individual, con un juego veloz y vertical pero sin tanto control como el brasileño, tira demasiado de jugadas para la galería y pierde muchos balones, a veces tanta floritura sobra y la jugada necesita el pase para respirar. En cambio, Kaká, un fuori classe, complementa mejor el juego individual y colectivo, lee mejor la jugada y hace lo práctico y necesario. Es el llamado a conquistar la década con su fútbol, un vago recuerdo en la elegancia y zancada del gran Zidane en el medio campo (que ya es decir) y un cambio de ritmo a lo Ronaldo de cara a porteria, hacen de este jugador un crack destinado al Balón de Oro (y sus tres goles en esta semifinal ante el mejor equipo de la temporada lo avalan). El solito dirigió la orquesta de su Milán para crear la perfecta sinfonía que recibió los aplausos del público en el Teatro de los Sueños y en San Siro. Una semi para enmarcar por parte del brasileño.
En resumen, el Milán esta en la final, donde le espera un más que nunca “Spanish Liverpool”. El día 23 se repite la famosa final de la remontada en Estambul por parte del Liverpool, de 3-0 en la primera parte a favor de los milanistas, a 3-3 al final del encuentro, y en la tanda de penalties la orejona pa`Benitez.
El esta vez peculiar destino a querido que el Milán tenga una bellisima y retorcida oportunidad de una revancha que necesita como equipo historico, porque de una u otra forma, aquella final marcó mucho a los rossoneros. Ahora tendrán la oportunidad de vengarse, aunque yo... y a pesar de mi querido Kaká, estaré con el Liverpool.
Por:Dani García
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